Sumario
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Revisión de puntos clave
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Niveles de líquidos, neumáticos, luces, pérdidas,…
El mantenimiento preventivo es el más importante, puesto que tiene como objetivo alargar la vida del vehículo y evitar averías graves.
Tras estos días en los que los vehículos no han sido tan utilizados como habitualmente, desde Airtex proponemos unos sencillos pasos que el propio conductor puede realizar.
Niveles de líquidos: El vehículo cuenta con ciertos líquidos para su correcto funcionamiento, como son el refrigerante, el combustible, el aceite de motor y de caja de cambios, el líquido hidráulico para frenos y dirección asistida, y el líquido limpiaparabrisas. Muchos de ellos se encuentran en depósitos fácilmente visibles en el vano motor y cuentan con unas marcas de «mínimo» y «máximo» nivel. De igual manera, el aceite motor se debe revisar con la varilla, la cual también tiene esas marcas de nivel.
Si alguno de estos líquidos se encuentran por debajo del nivel mínimo, es necesario rellenar con el mismo tipo de líquido, siempre sin sobrepasar el nivel máximo. Ésto puede ser debido a pérdidas a través de juntas u otros componentes, por lo que también es recomendable revisar el motor en busca de manchas.
Luces: Se debe comprobar que todas las luces del vehículo funcionan correctamente. En caso contrario, es obligatorio sustituir la lámpara correspondiente. Una iluminación débil puede indicar una batería descargada.
Batería: Debemos comprobar que el vehículo arranca sin problemas y todos los sistemas eléctricos funcionan. Mediante un multímetro, se puede comprobar la tensión de la batería y si ésta se encuentra por debajo de 12 Voltios, se debe cargar o sustituir.
Neumáticos: Estos componentes tienen testigos en las propias ranuras de la banda de rodadura, los cuales indican el límite de desgaste del mismo. Es importante comprobar si hay evidencias de desgaste desigual en el interior o en los exteriores del neumático, los cuales son debidos generalmente a una presión muy alta o muy baja.
Lo que nos lleva a otro punto importante a comprobar, la presión de los neumáticos, indicada en el manual de usuario del vehículo.
Otros aspectos a comprobar pueden ser, el funcionamiento del aire acondicionado, el desgaste de los elementos del sistema de frenado y el correcto funcionamiento del sistema de dirección del vehículo.